Un clásico moderno, desde la forma de los ojos redondos y las varillas bien colocadas, la forma panto se valora por su versatilidad, atrayendo tanto a los gustos tradicionales como a los vanguardistas.
La idea audaz del puente doble hueco, las delicadas líneas de grabado que fluyen directamente desde el extremo hasta las sienes, se adaptan perfectamente a la punta de acetato de colores transparentes y transparentes, lo que brinda un cambio inesperado de estilo clásico.